San Pedro fue uno de los discípulos más cercanos de Jesús y el primer líder de la iglesia cristiana primitiva. Su día conmemorativo se celebra el 29 de junio, y es un momento para recordar su vida y legado.
Pedro era pescador antes de conocer a Jesús y era conocido por su personalidad audaz e impulsiva. Fue el famoso que caminó sobre el agua con Jesús y fue el primer discípulo en declarar que Jesús era el Mesías.
A pesar de su fuerte fe, Peter también luchó con la duda y el miedo. Negó a Jesús tres veces antes de la crucifixión, pero luego se arrepintió y se convirtió en un valiente predicador y líder de la iglesia primitiva.
Pedro fue martirizado por su fe en Roma, donde fue crucificado cabeza abajo. Su muerte es un recordatorio del sacrificio y el valor necesarios para seguir a Jesús, incluso frente a la persecución y el sufrimiento.
Al recordar a San Pedro en su día conmemorativo, oremos:
Querido Dios,
Damos gracias por la vida y el legado de San Pedro. Te damos gracias por tu fe audaz y tu voluntad de seguirlo, incluso cuando fue difícil. Te agradecemos por tu liderazgo en la iglesia primitiva y por tu ejemplo de valentía y sacrificio.
Oramos por todos aquellos que enfrentan persecución y sufrimiento por su fe hoy. Te pedimos que les des fuerza y coraje y los protejas del mal.
También oramos por todos aquellos que están luchando con la duda y el miedo. Te pedimos que les ayudes a confiar más en ti y que les des la fuerza para seguirte, pase lo que pase.
Finalmente, rezamos por nuestras propias vidas. Te pedimos que nos ayudes a ser más como San Pedro: audaces en nuestra fe y dispuestos a seguirte, incluso cuando sea difícil. Te pedimos que nos guíes y nos conduzcas, y que nos ayudes a tener siempre la mirada fija en ti.
Amén.