San Huberto fue un noble del siglo VII conocido por su amor por la caza. Cuenta la leyenda que un Viernes Santo por la mañana, durante una cacería, tuvo la visión de un crucifijo entre las astas de un magnífico ciervo. La visión lo cambió y se dedicó a servir a Dios.
Huberto se convirtió en obispo y pasó el resto de su vida predicando el evangelio, convirtiendo a muchos al cristianismo. Ahora se le conoce como el santo patrón de los cazadores y se celebra el 3 de noviembre.
Una oración a San Huberto:
Querido San Huberto, patrón de los cazadores, pedimos tu intercesión. Ayúdanos a encontrar el equilibrio en nuestras pasiones y usarlas para servir a Dios. Que tengamos el coraje de cambiar de vida cuando seamos llamados, como tú lo hiciste aquella mañana del Viernes Santo. Ruega por nosotros y guíanos en nuestro camino espiritual. Amén.
La Leyenda de San Huberto:
Huberto era conocido por su afición a la caza, pero una mañana de Viernes Santo fue a cazar y vio un venado con un crucifijo entre las astas. La visión cambió su vida y se dedicó a servir a Dios. Eventualmente se convirtió en obispo y predicó el evangelio, convirtiendo a muchos al cristianismo.
Día Conmemorativo de San Huberto:
El 3 de noviembre es el día conmemorativo de San Huberto. Es un día para recordar su devoción a Dios y su conversión de una vida de placer a una vida de servicio. Los cazadores a menudo lo honran en este día, pidiendo su intercesión y guía en sus viajes de caza. Que todos recordemos el ejemplo de San Huberto y usemos nuestras pasiones para servir a Dios.