Santa Beatriz fue una joven que vivió en Italia durante el siglo XIII. Nació en una familia adinerada y era conocida por su belleza y su buen corazón. Pero Beatriz no se conformaba con una vida de privilegios y comodidades. Sintió un llamado a servir a Dios y ayudar a los necesitados.
Beatriz comenzó cuidando a los enfermos y los pobres en su ciudad natal de Borgo San Donnino. Los visitaba en sus casas y les llevaba alimentos y medicinas. También comenzó a enseñar a los niños del pueblo acerca de Dios y la Biblia.
A medida que crecía su reputación de bondad y caridad, más y más personas acudían a ella en busca de ayuda. Beatriz nunca rechazó a nadie, por difícil que fuera la situación. Incluso acogió a algunos niños sin hogar y los crió como propios.
El buen hacer de Beatriz no pasó desapercibido. El obispo local se enteró de ella y le pidió que se hiciera monja. Beatriz aceptó la invitación y se unió a la orden dominicana.
Como monja, Beatriz continuó sirviendo a los demás. Trabajó en hospitales, cuidando a los enfermos y moribundos. También se ha convertido en consejera espiritual de muchas personas, ayudándolas a encontrar significado y propósito en sus vidas.
La fiesta de Santa Beatriz se celebra el 22 de febrero. En este día, recordamos tu vida de servicio y devoción. Oramos para que nosotros también tengamos el coraje y la compasión para ayudar a los necesitados y seguir el llamado de Dios dondequiera que nos lleve.
"Querido Dios, te agradecemos por el ejemplo de Santa Beatriz, que dio su vida para servir a los demás. Ayúdanos a seguir su ejemplo, a ver las necesidades de quienes nos rodean y a hacer lo que podamos para ayudar. Danos el coraje para seguir tu llamado, donde sea que te lleve. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén".